martes, 15 de marzo de 2011

JAPON DESOLADO.



La devastación que estamos presenciando en directo nos conmueve. Deseamos a ese pueblo que cese esa tragedia. La tierra está herida. Hoy, Japón; ayer, Haití; mañana, ¿quién? Hasta cuando este desastre. ¿Alguien duda de la responsabilidad del ser humano antes estos hechos, cada día más frecuentes?

Y mientras tanto, en Wall Street ya hay quienes están frotándose las manos. Las grandes constructoras de USA y Europa, las multinacionales de maquinaria pesada, la industria farmacéutica. Se acerca el momento de los grandes negocios. Viva el neoliberalismo. Parece mentira que esta corriente todavía tenga voceros para defenderla. ¿Cuando despertaremos? ¿Cuando la tierra se parta en dos?

Cabría también hacer algún comentario sobre la energía nuclear, pero el que suscribe estas líneas está más caliente que un reactor nuclear. Prefiero guardar silencio.

Perdón si a alguien le molesta esta entrada pero necesitaba expulsarla de mi corazón.

Fernando J.

1 comentario:

  1. Comparto contigo la emoción que transmiten las imágenes de estas tragedias que los medios nos hacen llegar casi en directo. Pero la conmoción que producen en nuestro espíritu no debe dejar que ofusque nuestra capacidad de ciscernir lo natural de lo antropógeno. Estos hechos son naturales, como natural será el terremoto que azotará San Francisco o de nuevo Japón; están donde no debiera de estar situada una ciudad superhabitada y sufrirán las consecuencias. Si la zona no hubiera estado habitada ni nos habríamos enterado. No lo conoceremos nosotros pero, como sabes, la península californiana se separará de Norteamérica y el Cuerno de África lo hará del continente. Todo ello demuestra que la Tierra está viva y, además, gracias a ello continúa viva y rengenerándose continuamente, aunque para los seres humanos representen tragedias sociales y económicas; la muerte es parte de la vida, es más, es necesaria para la vida.

    Capítulo aparte, efectivamente, merece el asunto de la reconstrucción (por cierto te olvidas de las grandes constructoras niponas), como siempre la tragedia de muchos supondrá un gran negocio de unos pocos.

    Y con respecto a la energía nuclear, ya hemos visto como a la canciller Merkel le ha venido como anillo al dedo; estaba agobiada por las próximas elección en algunos estados alemanes en los que su principal problema era, precisamente, su política de ampliación de los plazos de cierre de las nucleares existentes (como en España por cierto), ahora aprovecha para plantear una demora del debate durante tres meses, con lo que intentará contentar a esa parte del electorado proclive al cierre de las centrales para luego, tras las elecciones, volver a decir que las centrales alemanas son seguras.

    Bueno los temas que has planteado dan para mucho, y está muy bien que los hayas planteado aquí, creo que este blog no debe estar demasiado encorsetado por la temática atecana, máxime cuando los temas son de tanta trascendencia.

    J. Martín

    ResponderEliminar